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jueves, 18 de julio de 2013

Sierva de Dios Mª Adelaida de santa Teresa de Jesús


Juana Adelaida O'Sullivan y Rouley nació en Nueva York (Estados Unidos) el 8 de octubre de 1817 y falleció en Grajal de Campos (España) el 15 de abril de 1893. Su vida se desarrolló por numerosos países del continente americano. Ingresó en el Carmelo de Guatemala, en el que llegó a ser elegida priora en el año 1868. A raíz de la Reforma Liberal de 1871 del país, las carmelitas fueron expulsadas de su convento. Entonces vivieron una larga peregrinación hasta llegar a Grajal de Campos donde fundó su convento, en honor a Jesús Crucificado. También es conocida por el nombre de “la Pasionaria de Nueva York”, debido a su vida y a su espiritualidad.
                                                                                  Nueva York (EE UU).
Primeros años
Juana Adelaida nació de la unión de Juan Tomás O'Sullivan y de María Rouley. El padre era de procedencia irlandesa, católico y perteneciente a la nobleza, ya que el abuelo de Juana Adelaida, Herberto, tenía raíces de su ascendencia en el conde Reare O'Sullivan, que fue expulsado del condado de Rautry (Irlanda) y, junto con otros nobles, hallaron refugio en España y Estados Unidos. Juan Tomás, nacido ya en el continente americano, emprendió la carrera diplomática llegando a ser Cónsul General de los Estados Unidos en Berbería y en las Islas Canarias. La madre de Juana Adelaida, María Rouley, era de la familia de Lord Chesterfield, profesando la confesión anglicana. Contrajo matrimonio con Juan Tomás O´Sullivan en Gibraltar y de su unión nacieron Guillermo, Juan, María, Juana Adelaida, Tomás y Herberto. Dada la situación religiosa familiar, todos los hijos fueron bautizados en la Iglesia anglicana. Sin embargo, en el año 1821, Juana Adelaida pasó al catolicismo a raíz de una visita de Monseñor Benjamin Jennivert, obispo católico, a la casa familiar. Se le administró entonces el bautismo sub condicione, teniendo en cuenta que la niña ya había sido bautizada. En ese momento recibió los nombres de Adelaida Teresa Francisca. 
En el año 1824, Juan Tomás falleció en un accidente de barco y Juan, hermano de Juana Adelaida, fue el que ocupó el cargo principal en la familia. No se tienen datos ni se habla de Guillermo, quien sería el hermano mayor, que ya habría fallecido para esa fecha. Sin embargo, a raíz del fallecimiento de su padre, Juana Adelaida comenzó a vivir un mayor acoso religioso en su casa, vigilada de cerca por su hermano Juan y por su madre María. Ambos seguían a la niña para conocer cuántas veces acudía al templo católico (aunque para evitar la vigilancia familiar aprovechaba los recados que hacía para la casa). Sin embargo, a raíz de un incendio, la familia O'Sullivan se vio obligada a mudarse de casa. Eligieron como nueva residencia la propia ciudad de Nueva York, teniendo en cuenta que hasta entonces habían estado viviendo en Yonkers (población del mismo estado). En ese momento, Juana Adelaida tenía alrededor de 9 años. En 1830 recibió la primera comunión de la mano de George Jennivert, hermano del obispo que la había bautizado. Éste le regaló un crucifijo como recuerdo, lo que ayudaría pasado el tiempo a que fuese desarrollando una gran devoción por Jesús Crucificado. La familia se trasladó nuevamente en 1835, yendo esta vez de Nueva York a Washington. Fue allí donde contrajo matrimonio su hermana María con el poeta Sangtree. Por otro lado, mediante la influencia de Juana Adelaida, tanto su hermana como su cuñado se convirtieron al catolicismo.

En las Salesas

A pesar de los intentos de la familia por casarla, Juana Adelaida se negaba a acudir a fiestas de sociedad, llegando a cortarse el pelo y declarando que estaba enamorada de Cristo. Con todo esto pretendía hacer saber “que no aceptaba a nadie por esposo sino a Jesús”. Durante un período estuvo estudiando en el colegio de la Visitación de Georgetown, aunque permaneció en él poco tiempo. Sin embargo, mantuvo un estrecho contacto con las religiosas y, finalmente, tras larga reflexión, en 1838, decidió pedir el ingreso a la Superiora, la cual accedió añadiendo que “si traía el permiso de los suyos, con gusto la admitirían”, pues conocían la situación familiar. La opción de Juana Adelaida fue mal acogida entre los suyos, y ello hizo que su hermano Juan y su madre María aumentasen la presión. Sin embargo, con muchas súplicas logró el permiso materno y se dirigió sola hacia el convento de la Visitación. Su hermano Juan, sin aceptar la situación, decidió continuar su personal batalla intentando convencer a su hermana. En medio de esta situación, Juana Adelaida tomó el hábito entre los años 1838 y 1840. Ahí comenzó a leer las obras de Santa Teresa de Jesús y con el tiempo comenzó a gestar la idea de ser carmelita descalza. Para ello, consultó con el padre Varela, un sacerdote de la Compañía de Jesús, el cual le pidió tiempo para madurar la idea. Finalmente se decidió a ayudar a la salesa profesa, con lo que supuso de dificultades pues no había más que un convento de carmelitas en Baltimore. Al final, se decantaron por el traslado al Carmelo de La Habana, en Cuba, de donde se recibió una respuesta favorable.
                                          Colegio de la Visitación en Georgetown, Estados Unidos.
En Cuba y Guatemala 
El 15 de octubre de 1841, Adelaida, bajo el nombre de Sor Juana Adelaida de la Visitación, tomó un barco de Nueva York con destino a La Habana. En el libro de registro del convento aparece recogida diez días más tarde una nota que dice: “Año de 1841: Octubre 25: Por disposición del Excmo. e Ilmo. Señor Arzobispo-Administrador, entró en este monasterio Juana Adelaida O'Sullivan, religiosa profesa de coro del monasterio de las visitandinas, bajo la regla de San Francisco de Sales, situado en Georgetown, diócesis de Baltimore, en calidad de depósito, hasta que se determine o su permanencia en este monasterio, o su salida para otro convento o para su tierra”.
                                                 Vista panorámica de La Habana (Cuba)
                                                  Catedral de La Habana (Cuba)
                                                 Convento de las carmelitas descalza de la Habana (Cuba).

Fruto del clima y de las severas penitencias, poco a poco se fue debilitando la salud de Juana Adelaida y a los pocos meses de llegar padeció la temida fiebre amarilla. Sin embargo, los mayores problemas llegaron de la vía administrativa, pues el Gobierno negó la permanencia de la religiosa. Ello se unía a que Adelaida observó cómo el rigor carmelitano que exigía por Regla vestidos de estameña cruda y ciertos aspectos de ropa de cama y vivienda se había suavizado en función del clima. Atendiendo a ambas situaciones, Jorge Viteri, obispo de San Salvador, solicitó al Papa el permiso para que la joven religiosa se trasladase a Guatemala donde había carmelitas descalzas también de votos solemnes. Éste fue concedido y a principio de agosto de 1843 ya estaba en La Habana con el permiso. De esa manera, figura en el registro del convento: “Año de 1843: Agosto 9: en este día salió para Guatemala Sor Juana Adelaida O'Sullivan, acompañada del Ilustrísimo Sr. D. Jorge Viteri y Luengo, Obispo de San Salvador, y de otros sacerdotes”.

El 25 de agosto de 1843 llegó Juana Adelaida a la ciudad de Zacapa. De allí debió continuar su viaje, llegando por fin a Guatemala el 8 de septiembre, donde era esperada por la Comunidad de monjas, quienes cariñosamente la llamaban “la inglesita”. Apenas un mes después de su llegada, el 4 de octubre, le fue impuesto el hábito de novicia. La ceremonia estuvo presidida por Antonio Larrazábal, quien sabía bien inglés y se convirtió en confesor de Adelaida. Fue precisamente del idioma de donde vinieron las mayores dificultades que tuvo como novicia, y para subsanarlo, la Priora ordenó que le fuesen retiradas todas las lecturas y devociones que tenía en inglés. El 15 de octubre de 1844 se celebró la profesión de la Hermana Adelaida de Santa Teresa. Entre los oficios que tuvo que realizar en el convento, destacan los de cocinera, organista (a partir de 1844, desde su profesión), tornera (en cuanto supo defenderse en español, y como medio para mejorar el idioma) y secretaria de la Madre Priora. Posteriormente, en 1858, se realizaron elecciones a Priora y, siendo elegida la Madre Ana María de los Dolores, se designó a Adelaida como Maestra de Novicias.

                                            Actual comunidad carmelita descalza de Guatemala.
                                                 Actual comunidad carmelitas descalzas de La Habana (Cuba) 

Diez años después hubo renovación de cargos en las carmelitas de Guatemala y Madre Adelaida sería elegida Priora por unanimidad. En 1871 terminó su oficio de Priora y fue reelegida, que ya lo fue en adelante hasta el día de su muerte, tanto en América como en España, debido a las revoluciones, peregrinaciones, destierros, viajes, obras de construcción y fundación de su último convento. En febrero de 1874 una revolución en el país, con la consiguiente desamortización y expulsión de sus conventos, tras una serie de grandes trabajos y dificultades llevará a las carmelitas guatemaltecas a viajar a España para instalarse en Grajal de Campos (León), recogidas providencialmente por el Obispo de León. Tras regresar de Guatemala a Cuba, y de La Habana a Nueva York, como si se tratase de un auténtico viaje desando las pisadas de sus propias huellas. Cuando estaban a punto de fundar en Toronto (Canadá) recibieron carta del Obispo español de León.

En España

Monseñor Saturnino Fernández de Castro, obispo de León desde 1875 y más tarde arzobispo de Burgos desde 1883, cierto día de 1880 recibió una carta muy expresiva de una sobrina suya, esposa de un vicecónsul en una ciudad norteamericana. En aquella carta la sobrina le relataba la historia de unas religiosas carmelitas descalzas, que habían sido expulsadas de su convento. Dicho y hecho. De Nueva York, en barco, había llegado a Cádiz Madre Adelaida de Santa Teresa con sus diez monjas. El 11 de junio de 1881 llegaban a Madrid. El 18 de diciembre de 1882 funda el Monasterio de Grajal, en el que murió en olor de santidad el 15 de abril de 1893, tras años de entrega extenuada en la nueva y última de sus fundaciones. Tenía 75 años de edad, 50 de profesión religiosa, 19 de su exclaustración de Guatemala y a los diez años de la fundación del último.


El convento de Jesús Crucificado, que perteneció a los frailes franciscanos descalzos y por la desamortización de Mendizábal se perdió, a lo que la M. Adelaida lo tomó para su nuevo carmelo descalzo, en Grajal de Campos (León). 

En Grajal de Campos ocupan el monasterio fundado originariamente por Juan Vega en 1599 para los franciscanos. Las Carmelitas Descalzas de Grajal de Campos recientemente tuvieron que cambiar de lugar por necesidad, pues parte del edificio estaba siendo gravemente por las termitas. El cardenal-arzobispo de Toledo, don Antonio Cañizares Llovera, conociendo la situación, les ofreció un convento que quedó desocupado en Toledo y que pertenecía a las Capuchinas.

 El nuevo convento de Jesús Crucificado de Toledo, anterior monasterio de clarisas capuchinas y que en tiempos de la santa Madre, Teresa de Jesús fue sede de su quinta fundación, por sus claustros y pasillos pasó la santa, hoy lo habitan de nuevo sus hijas.

SS. Benedicto XVI, hoy papa emérito, con Mons. Antonio Cañizares Llovera, actual prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos desde 2008. 

La Comunidad de Madres Carmelitas llegó en 2007 a la ciudad Imperial. Tras realizar la debida exhumación de la Sierva de Dios Madre Adelaida de Santa Teresa, cuyos restos se encontraban en el coro bajo del Monasterio a los pies de Jesús crucificado, fueron traídos a Toledo, donde la Comunidad los custodia en espera del día dichoso de su reconocimiento tras finalizar el proceso de canonización abierto en 1923.
                                                                  En el convento de Grajal de Campos (León).

El 23 de julio de 1927 se clausuró y, al mes siguiente, se entregó todo en la por entonces llamada Congregación de Ritos encargada de las causas de canonización. Quién desee conocer la vida de la Sierva de Dios Madre Adelaida de Santa Teresa puede pedir su biografía al Convento de Toledo.

“La Pasionaria de New York”
Fundadora del Carmelo de Grajal de Campos (León)
por el P. Fray Florencio del Niño Jesús, 303 páginas (Sevilla, 1982).

Madres Carmelitas Descalzas
Convento de Jesús Crucificado y san José
Plaza de santa Teresa de Jesús, 2
45002 TOLEDO
925. 224251

JORGE LÓPEZ TEULÓN

sábado, 13 de julio de 2013

Sierva de Dios Mª Dolores y Patrocinio de María


María de los Dolores Josefa Anastasia Quiroga y Capopardo nació en Venta del Pinar - San Clemente (Cuenca) el 27 de abril de 1811, y murió en Guadalajara el 27 de enero de 1891.

                                        Ayuntamiento de san Clemente (Cuenca)



Fachada externa, bóveda y retablo, respectivamente de la iglesia Parroquial de Santiago apóstol de san Clemente (Cuenca).

Religiosa concepcionista, sierva de Dios. En el correspondiente artículo de la Enciclopedia Espasa se le llama María Rafaela. Era hija de padre gallego, Diego Quiroga y Valcárcel, y de madre conquense, Dolores Capodardo del Castillo, ambos de ilustre abolengo venidos a menos. Residente durante dos años en las Comendadoras de Santiago (Madrid), profesó en la Orden de las Concepcionistas Descalzas Franciscanas, en el convento madrileño de Caballero de Gracia el 20 de enero de 1830 con el nombre religioso de Patrocinio de María. Comúnmente se le llamó Sor Patrocinio. Cerrado años más tarde este convento, pasan las religiosas a ocupar el de Jesús Nazareno, donde sor Patrocinio fue nombrada maestra de novicias (1845). Elegida abadesa el 7 de febrero de 1849, desempeña el cargo durante cuarenta y dos años, hasta la muerte, en diversas comunidades.





Fachada e interior del monasterio de las Comendadora de Santiago de Madrid, ésta última se puede vislumbrar la imagen de Santiago apóstol en el centro.

El antiguo monasterio de Real Oratorio del Caballero de Gracia  de Madrid, de las madres concepcionistas.

 



Real Oratorio del Caballero de Gracia de Madrid

A partir de 1856, inicia en Torrelaguna su obra de reformadora y fundadora de nuevos conventos; a la hora de su muerte pasaban de 19 los conventos reformados o fundados; característica de la obra de sor Patrocinio fue, no sólo la restauración de la vida y observancia primitivas, sino la apertura de escuelas para niñas pobres en cada convento. Personalmente sor Patrocinio fue una mujer extraordinaria, no sólo por su belleza física y por su inteligencia sino, sobre todo, por su singular vida de santidad. Testigos oculares de diversa categoría deponen en favor de sus revelaciones, de sus éxtasis, de sus milagros y, sobre todo, de sus cinco estigmas extraordinarios que la hicieron pasar a la historia como «la monja de las llagas».




                                              Monasterio de la Purísima Concepción de Torrelaguna.

                                     Convento de san Pascual de Aranjuez (Madrid), uno de los que reformó.

                                                    La sierva de Dios Mª Dolores y Patrocinio de María.



Nuestra Señora se aparecio a la monja concepcionista con un mensaje de misericordia, aquí contamos el relato.

La Virgen María entregó esta preciosa imagen a Madre Patrocinio:

"... a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi imagen, el consuelo. Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor".
Dice así el relato de Madre Patrocinio:

"Clamaba mucho en esta ocasión por las necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos. Díjele: Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras misericordias? Díjome: Pide, Esposa mía, que cuanto pidas seré liberal para concedértelo. Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en que se hallaba la Santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobremanera. Díjome mi dulce Esposo: Paloma mía, mi amor no puede verte afligida; aquí tienes a mi Madre, que siempre será tu guía, consuelo y amparo. Manifestóse de nuevo la Benditísima Virgen con esta preciosísima, potentísima e invictísima imagen en sus soberanas manos. Díjome la Soberana y divina Señora: Hija mía ¿porqué se contrista tu corazón, si todas las misericordias y tesoros de mi Hijo voy a poner en tus manos, por medio de esta mi soberana Imagen, para que las distribuyas en mi nombre a los mortales, segura de que las que hicieses por amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos mi Hijo y yo, que soy tu Madre, en el cielo? Díjela: Señora y Reina mía, ¿no veis la España; no veis los males que nos afligen? Hija mía, los veo; pero no puede mi amor ser más benéfico para con los hombres. Ellos se olvidan de mí y retiran las misericordías; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido; para darles a entender, que me han olvidado; pero yo que soy vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta Imagen mía, que jamás mis misericordias se apartan de ellos. Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro; cuando ví, que mi invictísima Reina cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel, y aplicándole a la soberana llaga del costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la divina Señora en sangre de aquel divino y déifico Corazón; y después, aquel pañuelo, así empapado, le puso sobre esta encantadora Imagen, y después ví que la soberana Reina rociaba a este pueblo con la sangre preciosísima. Díjome luego: Hija mía, me amas, hasta tres veces. Díjela: Señora mira, Vos sabeis que os amo y deseo ser toda vuestra. Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada imagen mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en mí por la mediación de esta mi imagen, el consuelo. Al alma que rendida a sus pies me pidiese alguna cosa, jamás se la negará mi amor. Será el consuelo del mundo y la alegría de la iglesia Católica y, por su medio, mi Hijo y yo recibiremos culto. Tú, hija mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad perfección en servirme. Entregóme la soberana Reina esta portentísima Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el Cielo una celestial música entonando la Salve y otros sagrados cánticos; todos los cortesanos del Cielo se daban parabienes. La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y después todos los cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido". (De unos apuntes de la Sierva de Dios).
                                            Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias

     Aparición de Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias a la sierva de Dios sor Patrocinio.

Pero lo que hizo de sor Patrocinio uno de los personajes más célebres y discutidos de todo el siglo XIX fue el hecho de verse complicada en la vida política del tiempo. Ciertamente mantuvo unas estrechas y confidenciales relaciones con Isabel II y su esposo D. Francisco, cuyo matrimonio había anteriormente predicho y favorecido, y con todos los miembros de la familia real; ella con el padre Claret y la madre Micaela del Santísimo Sacramento son, tal vez, las personas más allegadas a las regias interioridades. Pero ¿se valía realmente sor Patrocinio de su situación para hacer y deshacer Ministerios, apoyar pretensiones dinásticas, distribuir puestos políticos, etc. ? Creemos que ni ejerció, ni quiso ejercer semejante predominio político; si en algo interesó a sus regias amistades -y esto lo hizo- fue en favor de sus fundaciones y reformas; y, alguna vez, en asuntos más generales de la Iglesia, como, por ejemplo, cuando recomendó para la sede primada a fray Cirilo Alameda y Brea que la ocupó efectivamente, o cuando insistía ante la reina sobre la conveniencia de pedir al papa que nombrase al menos tres cardenales españoles, en un momento en que no había ninguno, y unos años más tarde España contaba efectivamente ya con cinco. Sin embargo, la «monja de las llagas» no pudo sustraerse a las críticas malignas de masones, liberales, progresistas y de todos los que, en un momento dado, se sentían frustrados en sus ambiciones políticas: sor Patrocinio era la culpable; y por ello calumniada, perseguida, desterrada: a Talavera (1837), a Badajoz (1849) por Narváez, por creerla complicada en la caída de su Ministerio Relámpago; a Roma, pero no llega (1852), por Bravo Murillo por suponerla responsable del atentado de Merino contra su amiga la reina Isabel; a Baeza y a Benavente (1855) por considerarla favorable a la causa carlista; y, finalmente, a Francia (1868) escapando de la revolución de septiembre. Con razón se la ha definido «campeón de desterrados».

   San Antonio Mª Claret Arzobispo y fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos).

                                                                    Consejera espiritual de Isabel II

Santa Mª Micaela del Stmo. Sacramento, fundadora de las Adoratrices Esclavas del Stmo. Sacramento y de la Caridad.


                                     Convento de la Concepción del Pardo, Madrid, otro monasterio que reformó.

Se abrió el proceso de su beatificación (19-VII-1907) y fueron aprobados sus escritos (18-VI-1930). Está en curso la causa. Actualmente se está estudiando en Roma un posible milagro, no explicado por la ciencia, que agilizaría el proceso de canonización.

Fuente: Isaac Vázquez, ofm, María de los Dolores Quiroga y Capodardo, en Q. Aldea (Dir.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España. Madrid 1973, vol. III, págs. 2040-2041

Para más información: 

Concepcionistas Franciscanas
Convento de la Inmaculada Concepción y de la Stma. Trinidad 
Plaza del Carmen, 2
19001 Guadalajara, España
Tel. +34 949 225 865

info@sorpatrocinio.org